Enclavada en el Valle del Río Riaza, merece la pena visitar la Iglesia de San Bartolomé de Fuentemolinos, por su Altar Mayor con tablas sobre el Santo Patrón. Arquitectura de la última Época Renacentista, tiene unos Bellos Retablos laterales.
Por supuesto, en Fuentemolinos, es visita obligada su Fuente con un espléndido manantial. Está situado junto a la única Ermita Románica del sur del Duero, dedicada a San Juan y valorada por su sencillez. Durante las noches, un farolillo ilumina la soledad del Santo.
En la fuente, sorprende la fuerza del Agua Fresca, entre sus piedras. Fue reformada tras mucho tiempo de ocultarse en la famosa cueva de Fuentemolinos. Buscaron un mejor emplazamiento para el motor que extrae el agua, el pozo resurgió en todo su esplendor.
Antigüa Comunidad de Villa y Tierra de Aza, Fuentemolinos tenía jurisdicción de Señorío cuyo Alcalde Pedáneo era nombrado por el conde de Miranda. A la caída del Antiguo Régimen, quedó constituido como Ayuntamiento Constitucional del mismo nombre en el partido de Roa de Duero, región de Castilla la Vieja. En 1842 contaba con 13 hogares y 52 vecinos.